2 ago 2014

JaqueMate

Te juro que si pudiera sentir por ti, 
sentiría hasta miedo pero se apagaron las luces,
 bajó el telón y se escondió porque no le restaban fuerzas. 
Yo me enamoré de aquella sonrisa que nunca descubrí. 
Ya no me va importar si lloras o me escapo a reír, 
si hago un berrinche o te vas a bailar. 
No me faltaron pretextos ni me sobraron motivos.
Sólo marcó el abrazo que se quedó suspendido en una mirada.
El beso que se escapó con una palabra llena de ironía y cobardía.



Es seguro que si te hubieras quedado un tantito más, ya no hubiera dejado que te vayas. Es muy probable que a tu lado me hubiera quedado sin treguas ni quejas. Solo quedarme o simplemente no soltarte jamás. 
Entonces bastó con una verso apagado, una frase cliché de tu armario, tu ego combinado con mi reproche, mis ganas con tu desgana, tu huida con mi llegada sin avisar. Ese cuarto vacío con sentimientos apagados, ese brillo que ocultas con un dedo de idealismo. Las asignaturas me enseñaron que no debo derrumbar paredes. Que un muro está perfectamente diseñado para toda ocasión y los caminos no se deben escarbar.

Terminó el show de tus pretextos, los desfiles de tu falda a ciegas, tus sonrisas con lujos y brillos, es el fin de mis motivos y versos ignorados, de mis antojos sin prejuicios, fin de tu cintura y mi locura. 

¡Se acabó la función callejera de tus imprevistos y caprichos!
Sin comas ni puntos suspensivos el límite llego a su apogeo para implantarse intempestivamente. Sin embargo, fue un gusto conocerte llenando ilusiones y corazones, un gusto atreverse sin miedo a perder, disfrutar sin límites ni pretextos. Un gusto despertar sin miedo a perderse. Un gusto también caerse sin cuenta regresiva, abrir los ojos y arder de ironía.



Gracias a ti y a mí.

29 jul 2014

Cierto día nos encontramos.


Cuando a tus celos le gustaban mis caricias y tus labios ardían con una sonrisa en mi corazón, ayer que corría por ti al paradero sin contar ni minutos ni horas, ayer que tu falda enloquecía y pedías que te abrigue con tan solo un abrazo, como cuando mis detalles te dejaban fría o se desataba una pasión de medianoche de esas que terminan en un “buenos días”. 


Ayer que te acomodadas a mi hombro como pidiéndome un beso más. Cuando mi lado cursi era constante conquistando un “Te amo” si corría con suerte. 
Ayer en esas discrepancias de quien ama más terminando con un “hasta el infinito y más allá”. Cuando nuestros código nos enloquecían con tan solo una palabra y una mirada de complicidad.

Te conocí cuando no te importaba si era gourmet, buffet o combinado tres colores, también combinabas morado y verde con tus zapatos antiguos, cuando los días de rutina tenían sabor a besos y las horas de sueño se convertían en tareas académicas. 
Te conocí sin prejuicios y sin desgana, te conocí con tu corazón en las manos y las puertas abiertas pero con derecho de admisión, te conocí al parecer en un mundo paralelo cuando los días parecían solo primaveras.
Te conocí cuando no te importaba si era emoliente o Starbucks por las mañanas, cuando preferías ajinomen que la Rosa Náutica.

Así más o menos ideal te conocí, fuiste un sueño o un espejismo al parecer.
Hoy resta tu holograma en mi cajón. Fin.

Mi Plan




Mi plan es perderte y hacerte feliz con alguien más
Ser una especie de cupido empedernido y sin remedio
Decepcionarte en el inevitable final de esta película
Mirarte a los ojos y se refleje todo el amor perdido
El destino incongruente es amar a alguien como tu
A ella precisamente que logrará romper tu corazón
Quien te llena de emociones y sonrisas provisionales
Quien puede ser el motivo de todos tus latidos falsos
Que sus besos queman todo recuerdo de lo nuestro.

Escapo de todo sentimentalismo y toda apatía,
Huyo de la hipocresía con una fachada de colores,
Abandono la espera desesperada sin llegadas,
Evado detalles inusuales explorando la creatividad,
Evito la grandiosa imaginación para los pretextos.

Mejor el invierno a solas y mis manos siempre frías, mejor una taza de café y los audífonos, mejor sin esperas con desesperanza, mejor sin fechas de caducidad con la cama fría y sin tender, mejor las risas sin historias con la ironía casual, mejor una lágrima desahogada y la desazón sin razón.


Mejor así.